PROFR. HECTOR QUINTERO REYES
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Reproduzco esta carta que José Cárdenas me hizo llegar a mi correo y que es muy interesante el contenido ya que tal parece que para Martha Sosa aun no termina la campaña y la continua regando, ya fue criticada por su spot de radio donde se manifiesta que será solo senadora de los municipios donde ganó el pan y ahora sus declaraciones publicadas en el diario de pancolima repartiendo culpas a diestra y siniestra.
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Distingidos comunicadores:
Agradeceria su apoyo para la publicación de la presente reflexión en los medios en que contribuyen. En el espacio dedicado a los lectores.
De antemano, agradezco su atención.
José Cárdenas Sánchez
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¿Martha, dónde quedó la humildad?
José CARDENAS SANCHEZ
Tengo el enorme defecto de detestar el silencio. Hay palabras ajenas que me calan tan hondo que me veo inevitablemente empujado a hacer reflexiones. No importa que quienes se dicen líderes del PAN, se sientan incitados a aborrecerme por decir palabra con verdad. Se trata de la reciente entrevista concedida por Martha Sosa al Diario de Colima, en la que dice mantenerse en pie de lucha y hace reflexiones respecto a la dolorosa derrota del PAN.
Dejo de lado sus comentarios generales sobre la campaña estatal, y me centro exclusivamente en sus comentarios sobre el municipio de Colima. Afirma al respecto: “En Colima fue un desastre, un desastre con una compañera que se encerró en su dolor, que nunca entendió la generosidad del partido, que a pesar que hubo pláticas y se dialogó con ella, se cruzó de brazos y no movió ni un solo dedo por ayudar a ninguno de los candidatos. Se refugió con Josefina Vázquez Mota y recorrió todo el país ayudando a todos los candidatos, menos a los de Colima. Se sorprendían cuando la veían en Campeche, pues hasta le decían: ¿Qué haces tú aquí en Campeche? Vete a Colima a ayudar a Colima”.
La derrota, un desastre
Martha Sosa califica como un desastre lo ocurrido en Colima. Efectivamente, la reciente elección en el municipio de Colima es una de las más estrepitosas derrotas que ha sufrido el PAN, en la historia reciente. No hay que negar que el municipio es o ha sido una plaza muy competida, las votaciones han sido cerradas, y los ganadores han logrado márgenes muy estrechos de diferencia de votos, tal fue el caso de Leoncio Moran y del propio Mario Anguiano. No obstante, el PAN había adquirido una fuerza importante, que solo un caso extraordinario podría hacerle perder.
Las culpas
Las palabras de Martha perecen culpar a Esmeralda por mantenerse al margen de la campaña. Yo le preguntó ¿Quién decidió no dejarla participar? ¿Cómo pedirle a Esmeralda una participación activa habiéndola tratado de esa manera? ¿Cómo pedirle al agraviado se humille ante su verdugo? El único camino digno para ella era no interferir. No debe olvidarse el hecho de que los dirigentes decidieron que la candidatura de Esmeralda afectaba las pretensiones de ganar la gubernatura. ¿Cómo entender ahora esta contradicción: aún cuando nos afectaba que participaras debiste participar?
Los dirigentes y la misma Martha la rechazaron, creyendo que eso los beneficiaria. O dígame señora Martha, ¿Qué hizo usted para apoyarla? ¿Cuál dedo movió para evitar su exclusión? ¿Cuándo abrió sus brazos para brindarle un abrazo? Usted y los “lideres” arreglaron el mundo, repartieron el derecho a competir. Encumbrados en los puestos de poder decidieron quien tenía valor y quien no lo tenía. Seguramente decidieron que Esmeralda no contribuía en nada, incluso la tacharon de una candidatura que afectaba. ¿Tan difícil es ahora reconocer haberse equivocado? ¿Tan difícil es ahora darse cuenta de una mala decisión? Porque no me diga que nada tuvo que ver. Ojala fuera el caso de que estuviera libre de culpa para arrojar la piedra, pero yo se que no es así.
Hablemos de reproches
Se le reprocha a Esmeralda apoyar a todos lo candidatos del país, excepto a los de Colima. “Refugiarse” con Josefina. Mi conocimiento de los hechos es que Josefina tuvo el detalle de invitarla para que la apoyase en la campaña nacional, ¿usted tuvo esa cortesía? ¿o acaso, más bien, le exigió el apoyo, como si ella estuviera obligada a asumir la contradicción de apoyar habiendo sido excluida?
Lamento que el Diario que la apoyó, siga siendo su foro predilecto. Pero dígame, ¿Cuál es la causa social de este diario? ¿Cuál es el verdadero interés de sus páginas? He visto que sus ideólogos critican con igual fuerza de argumentos aquello que antes alabaron, o viceversa. Tienen gente con mucha inteligencia, pero con poca moral. ¿En que momento asumirá con humildad alguna culpa? ¿Cuándo empezará la reconciliación que pretende encabezar: cuando haya repartido todas las culpas?
¿Cómo entender?
¿Como entender sus palabras si nunca dejó de ser Martha Sosa la primera gobernadora panista del país? Todos debían quedar bien con la que asumiría el poder muy pronto. Su liderazgo parecía no estar a discusión. Y no dudo que usted tenga una gran relevancia en el Estado y entre los panistas, pero se olvidó que todos podemos equivocarnos. Y que la victoria se va de las manos, cuando se va nuestro acierto para decidir.
Dice que Esmeralda no supo entender la generosidad del partido, ¿cuál es la generosidad del partido que Esmeralda no supo entender? ¿ignoró algo que debía saber? ¿que es eso que su ignorancia no le permitió conocer? ¿Es generosidad, acaso, quitarle la candidatura cuando había trabajado arduamente para merecerla? ¿Es generosidad excluirla culpándola de algo que nunca cometió?
Si Martha Sosa aspira a convertirse en la líder moral del partido, no creo que sea posible sin antes asumir los resultados con autentica humildad. Para ganarse a los ciudadanos debe ganarse primero a los panistas. ¿O esos están obligados a guardarle un ritual por su cargo? ¿su humilde reflexión es culpar a Esmeralda? ¿La reconciliación implica que los demás asuman su culpa en la campaña? Pero usted que encabezó el proyecto ¿Cuál es su ejemplo de humildad para los panistas, y para con los ciudadanos?
Humildad vs. Soberbia
Esmeralda no ha caído en la soberbia de creerse el único factor de los resultados en el municipio. Aunque no podemos dejar de reconocer que su exclusión influyó. Cada campaña es un reto enorme, y al igual que en la campaña a la diputación federal, sabe que el resultado se trabaja todos los días. No obstante, que había tres encuestas que le daban una ventaja considerable respecto del candidato del PRI, no por ello hubiera cometido el error de confiarse de haber sido la candidata, eso lo supe de cerca. La estrategia estaba en marcha, hubiera sido una victoria importante. Todavía recuerdo cada una de las opiniones de Esmeralda en Radio Levy, lo único que hizo fue defender su dignidad y todo el esfuerzo invertido en su proyecto. Advirtió de no confiarse, de trabajar con todo el empeño que exige una elección competida. Incluso ahora solo ha pedido reflexión interna y reconciliación.
No se piense que esta derrota nos provoca algún gozo. Es muy dolorosa también para nosotros, que queremos entrañablemente al PAN, pero al partido doctrinario, idealista, romántico –ese despreciado por German en las grabaciones virgilianas-. Esta derrota es más dolorosa aún porque era posible ganar, si las decisiones hubieran tenido más acierto y menos soberbia.
Reflexión autocrítica a fondo
Usted propone una reflexión autocrítica a fondo, pero no se la aplica a usted misma. Reparte las culpas, con el pretexto de explicarse las cosas. Pero no sé toca a usted misma ni con el pétalo de una critica. Finge hacerlo, pero realmente no lo hace. Muestra animo de lucha pero no sé entiende cual es esa lucha, ¿Por qué debe ganar el PAN? ¿Qué es eso que la gente no ha entendido? Usted demuestra que su enseñanza en esta campaña es que el gobierno es el culpable, que se hizo trampa, que hay traidores y desleales. Pero en realidad no esta diciendo nada nuevo, de lo que siempre se dice. La pregunta es ¿en que falló el PAN –o mejor dicho quienes tomaron las decisiones-? ¿Cuándo se dejó de pensar en las necesidades de la gente? ¿Cuándo abandonó el PAN, (la esencia del PAN, -el PAN mismo-), la contienda?
Usted dice que los colimenes quieren un cambio, pero que les da miedo. Yo creo que los colimenses son valientes, pero desean que alguien les cumpla. Se sienten defraudados por un discurso ineficaz. Pues las palabras que no conducen a la acción, y todavía más, aquellas que la estorban son una impertinencia en la tierra, como decia Carlyle. Se ha perdido la fe en la palabra, no basta citar a Gómez Morin y la doctrina panista, hay que hacer algo por esa gente que lo necesita. Hay que demostrar cual es la lucha del PAN, no basta suponerla. La verdad casi nunca se oye, casi siempre se ve, decía otro escritor.
Todo lo dicho es a titulo propio, porque usted no desea incitar debates con los señalados, -aunque ellos debieran tener derecho de replica-. Me atrevo a decir algo, aunque es claro que no estoy a su nivel, yo no soy nadie –solo un simple panista- y usted es Ex candidata a Gobernadora y Senadora de la Republica.
Agradeceria su apoyo para la publicación de la presente reflexión en los medios en que contribuyen. En el espacio dedicado a los lectores.
De antemano, agradezco su atención.
José Cárdenas Sánchez
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¿Martha, dónde quedó la humildad?
José CARDENAS SANCHEZ
Tengo el enorme defecto de detestar el silencio. Hay palabras ajenas que me calan tan hondo que me veo inevitablemente empujado a hacer reflexiones. No importa que quienes se dicen líderes del PAN, se sientan incitados a aborrecerme por decir palabra con verdad. Se trata de la reciente entrevista concedida por Martha Sosa al Diario de Colima, en la que dice mantenerse en pie de lucha y hace reflexiones respecto a la dolorosa derrota del PAN.
Dejo de lado sus comentarios generales sobre la campaña estatal, y me centro exclusivamente en sus comentarios sobre el municipio de Colima. Afirma al respecto: “En Colima fue un desastre, un desastre con una compañera que se encerró en su dolor, que nunca entendió la generosidad del partido, que a pesar que hubo pláticas y se dialogó con ella, se cruzó de brazos y no movió ni un solo dedo por ayudar a ninguno de los candidatos. Se refugió con Josefina Vázquez Mota y recorrió todo el país ayudando a todos los candidatos, menos a los de Colima. Se sorprendían cuando la veían en Campeche, pues hasta le decían: ¿Qué haces tú aquí en Campeche? Vete a Colima a ayudar a Colima”.
La derrota, un desastre
Martha Sosa califica como un desastre lo ocurrido en Colima. Efectivamente, la reciente elección en el municipio de Colima es una de las más estrepitosas derrotas que ha sufrido el PAN, en la historia reciente. No hay que negar que el municipio es o ha sido una plaza muy competida, las votaciones han sido cerradas, y los ganadores han logrado márgenes muy estrechos de diferencia de votos, tal fue el caso de Leoncio Moran y del propio Mario Anguiano. No obstante, el PAN había adquirido una fuerza importante, que solo un caso extraordinario podría hacerle perder.
Las culpas
Las palabras de Martha perecen culpar a Esmeralda por mantenerse al margen de la campaña. Yo le preguntó ¿Quién decidió no dejarla participar? ¿Cómo pedirle a Esmeralda una participación activa habiéndola tratado de esa manera? ¿Cómo pedirle al agraviado se humille ante su verdugo? El único camino digno para ella era no interferir. No debe olvidarse el hecho de que los dirigentes decidieron que la candidatura de Esmeralda afectaba las pretensiones de ganar la gubernatura. ¿Cómo entender ahora esta contradicción: aún cuando nos afectaba que participaras debiste participar?
Los dirigentes y la misma Martha la rechazaron, creyendo que eso los beneficiaria. O dígame señora Martha, ¿Qué hizo usted para apoyarla? ¿Cuál dedo movió para evitar su exclusión? ¿Cuándo abrió sus brazos para brindarle un abrazo? Usted y los “lideres” arreglaron el mundo, repartieron el derecho a competir. Encumbrados en los puestos de poder decidieron quien tenía valor y quien no lo tenía. Seguramente decidieron que Esmeralda no contribuía en nada, incluso la tacharon de una candidatura que afectaba. ¿Tan difícil es ahora reconocer haberse equivocado? ¿Tan difícil es ahora darse cuenta de una mala decisión? Porque no me diga que nada tuvo que ver. Ojala fuera el caso de que estuviera libre de culpa para arrojar la piedra, pero yo se que no es así.
Hablemos de reproches
Se le reprocha a Esmeralda apoyar a todos lo candidatos del país, excepto a los de Colima. “Refugiarse” con Josefina. Mi conocimiento de los hechos es que Josefina tuvo el detalle de invitarla para que la apoyase en la campaña nacional, ¿usted tuvo esa cortesía? ¿o acaso, más bien, le exigió el apoyo, como si ella estuviera obligada a asumir la contradicción de apoyar habiendo sido excluida?
Lamento que el Diario que la apoyó, siga siendo su foro predilecto. Pero dígame, ¿Cuál es la causa social de este diario? ¿Cuál es el verdadero interés de sus páginas? He visto que sus ideólogos critican con igual fuerza de argumentos aquello que antes alabaron, o viceversa. Tienen gente con mucha inteligencia, pero con poca moral. ¿En que momento asumirá con humildad alguna culpa? ¿Cuándo empezará la reconciliación que pretende encabezar: cuando haya repartido todas las culpas?
¿Cómo entender?
¿Como entender sus palabras si nunca dejó de ser Martha Sosa la primera gobernadora panista del país? Todos debían quedar bien con la que asumiría el poder muy pronto. Su liderazgo parecía no estar a discusión. Y no dudo que usted tenga una gran relevancia en el Estado y entre los panistas, pero se olvidó que todos podemos equivocarnos. Y que la victoria se va de las manos, cuando se va nuestro acierto para decidir.
Dice que Esmeralda no supo entender la generosidad del partido, ¿cuál es la generosidad del partido que Esmeralda no supo entender? ¿ignoró algo que debía saber? ¿que es eso que su ignorancia no le permitió conocer? ¿Es generosidad, acaso, quitarle la candidatura cuando había trabajado arduamente para merecerla? ¿Es generosidad excluirla culpándola de algo que nunca cometió?
Si Martha Sosa aspira a convertirse en la líder moral del partido, no creo que sea posible sin antes asumir los resultados con autentica humildad. Para ganarse a los ciudadanos debe ganarse primero a los panistas. ¿O esos están obligados a guardarle un ritual por su cargo? ¿su humilde reflexión es culpar a Esmeralda? ¿La reconciliación implica que los demás asuman su culpa en la campaña? Pero usted que encabezó el proyecto ¿Cuál es su ejemplo de humildad para los panistas, y para con los ciudadanos?
Humildad vs. Soberbia
Esmeralda no ha caído en la soberbia de creerse el único factor de los resultados en el municipio. Aunque no podemos dejar de reconocer que su exclusión influyó. Cada campaña es un reto enorme, y al igual que en la campaña a la diputación federal, sabe que el resultado se trabaja todos los días. No obstante, que había tres encuestas que le daban una ventaja considerable respecto del candidato del PRI, no por ello hubiera cometido el error de confiarse de haber sido la candidata, eso lo supe de cerca. La estrategia estaba en marcha, hubiera sido una victoria importante. Todavía recuerdo cada una de las opiniones de Esmeralda en Radio Levy, lo único que hizo fue defender su dignidad y todo el esfuerzo invertido en su proyecto. Advirtió de no confiarse, de trabajar con todo el empeño que exige una elección competida. Incluso ahora solo ha pedido reflexión interna y reconciliación.
No se piense que esta derrota nos provoca algún gozo. Es muy dolorosa también para nosotros, que queremos entrañablemente al PAN, pero al partido doctrinario, idealista, romántico –ese despreciado por German en las grabaciones virgilianas-. Esta derrota es más dolorosa aún porque era posible ganar, si las decisiones hubieran tenido más acierto y menos soberbia.
Reflexión autocrítica a fondo
Usted propone una reflexión autocrítica a fondo, pero no se la aplica a usted misma. Reparte las culpas, con el pretexto de explicarse las cosas. Pero no sé toca a usted misma ni con el pétalo de una critica. Finge hacerlo, pero realmente no lo hace. Muestra animo de lucha pero no sé entiende cual es esa lucha, ¿Por qué debe ganar el PAN? ¿Qué es eso que la gente no ha entendido? Usted demuestra que su enseñanza en esta campaña es que el gobierno es el culpable, que se hizo trampa, que hay traidores y desleales. Pero en realidad no esta diciendo nada nuevo, de lo que siempre se dice. La pregunta es ¿en que falló el PAN –o mejor dicho quienes tomaron las decisiones-? ¿Cuándo se dejó de pensar en las necesidades de la gente? ¿Cuándo abandonó el PAN, (la esencia del PAN, -el PAN mismo-), la contienda?
Usted dice que los colimenes quieren un cambio, pero que les da miedo. Yo creo que los colimenses son valientes, pero desean que alguien les cumpla. Se sienten defraudados por un discurso ineficaz. Pues las palabras que no conducen a la acción, y todavía más, aquellas que la estorban son una impertinencia en la tierra, como decia Carlyle. Se ha perdido la fe en la palabra, no basta citar a Gómez Morin y la doctrina panista, hay que hacer algo por esa gente que lo necesita. Hay que demostrar cual es la lucha del PAN, no basta suponerla. La verdad casi nunca se oye, casi siempre se ve, decía otro escritor.
Todo lo dicho es a titulo propio, porque usted no desea incitar debates con los señalados, -aunque ellos debieran tener derecho de replica-. Me atrevo a decir algo, aunque es claro que no estoy a su nivel, yo no soy nadie –solo un simple panista- y usted es Ex candidata a Gobernadora y Senadora de la Republica.
